"Dicen que soy mejor emisario que los embajadores"
Al final del almuerzo típicamente árabe titubea. Demasiados cambios de idioma. "El español es mi último amor lingüístico", comenta el historiador Abraham Haim mientras charla sobre diplomacia o sobre el menú con pasión de novato. Se despacha en árabe con los dueños del restaurante Libanés de Abu Gosh, pueblo palestino próximo a Jerusalén, en suelo israelí.