Golpe a la cúpula etarra
Una cita en un municipio cercano a Perpiñán, en el sureste de Francia, acabó con el reinado de Jurdan Martitegi Lizaso, Arlas, al frente del aparato militar de la organización terrorista ETA, puesto donde le situaban hasta ahora los servicios antiterroristas españoles.
A. G. | Bilbao
Jurdan Martitegi, forjado en el acoso callejero, pasó a la clandestinidad para evitar una pena de 22 años de cárcel
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostró ayer su convencimiento de que si ETA no había atentado en los últimos meses es "porque no puede hacer nada". "Si (la banda terrorista) no deja la violencia, la democracia les obligará a dejarla", dijo Rubalcaba en declaraciones a la Cadena Ser, horas antes de que se produjeran la detención de Jurdan Martitegi.
No le mencionó por su nombre pero todo el Comité Federal del PSOE pudo comprobar "la irritada contención" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se refirió a las apreciaciones del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre el peligro del sistema de pensiones, por el adelgazamiento de la caja de la Seguridad Social.
"Un tal Griñán". Así tituló un diario cuando Felipe González nombró ministro de Sanidad al que el próximo miércoles será elegido cuarto presidente de la Junta de Andalucía. Dejó estupefactos a los que lo conocían, pero es cierto que José Antonio Griñán siempre ha ocupado un puesto de los de un paso atrás, se exhibe muy poco y desde que lleva las riendas de la economía andaluza, aún menos.
La declaración de actividades es una formalidad obligatoria en ambas Cámaras por la cual todos los electos deben informar por escrito de sus actividades privadas y someterse al examen de una comisión que analice posibles incompatibilidades legales.
Obsesionado con la crisis desde que ganó las elecciones el 1 de marzo, Alberto Núñez Feijóo ha escuchado durante este último mes a los principales sectores económicos sin recibir "una buena noticia". Su rebosante agenda en busca del Gobierno a su medida que anunciará hoy lo obligó a comer de bocadillo varias veces esta semana.
Pepe el del Popular llegó ayer al aeropuerto de Barajas procedente de México, donde ha permanecido escondido bajo otra identidad durante 18 años. José Pérez Díaz, acusado de urdir una estafa por valor de 36 millones de euros cuando trabajaba en una sucursal del Banco Popular en Santander, no paró de repetir nada más aterrizar que estaba "muy tranquilo".