Talentos
Sudor, religión y un ajuste de cuentas con la memoria
ISABEL LAFONT | Madrid
La memoria, para Kristoffer Ardeña (Dumaguete, Filipinas, 1976), es un argumento que se plasma en infinitas tramas. Para su exposición Érase, que se exhibe en la galería madrileña Oliva Arauna hasta el 24 de enero, ha elegido cinco, materializadas en otras tantas piezas en las que experimenta con distintos medios, como la instalación a la performance, la fotografía, el dibujo o la escultura.