Un mar de escombros entre excavadoras. Eso es lo que queda de la cárcel de Carabanchel, que funcionó entre 1944 y 1999. El pasado 23 de octubre las máquinas comenzaron el derribo de la prisión. Los vecinos y la Plataforma por la Paz y la Memoria pidieron que se salvara la cúpula de la cárcel y se convirtiera en un centro para la memoria de los muchos represaliados por el franquismo.
El Gobierno de Esperanza Aguirre alardea de ser punta de lanza en rebajas fiscales. Ya en su programa electoral de 2007, el epígrafe del capítulo de Hacienda, decía: "Menos impuestos, más bienestar". Pero en tiempos de crisis es más costosa la merma de ingresos derivada de bajar los tributos.
De un plumazo, el Gobierno de Esperanza Aguirre aprobó ayer a través del anteproyecto de la Ley de Acompañamiento el inicio de las dos reformas legales más controvertidas. Son las que la han llevado al choque frontal con el Ayuntamiento de Madrid, que preside su rival, Alberto Ruiz-Gallardón.
Muerte en la discoteca
Las personas que quieran ejercer como porteros en locales de ocio y discotecas de la región lo tendrán más fácil que en Cataluña. El reglamento que presentó ayer la Comunidad recoge que bastará con pasar una prueba psicotécnica y un examen de conocimientos para conseguir la habilitación y estar en las puertas en los bares de copas.
Sólo 731 euros al mes. Eso es lo que pagaba Parques Reunidos al Ayuntamiento de Madrid por explotar el teleférico, una cafetería y, sobre todo, la discoteca Balcón de Rosales. Un precio ridículo si se compara con el volumen de facturación que podía tener solamente la sala donde murió Álvaro Ussía el pasado sábado.
Después de conocerse las infracciones y denuncias que acumulaba la discoteca Balcón Rosales, donde falleció el joven Álvaro Ussía, el Ayuntamiento decidió cerrar ayer cuatro locales más: el Moma, en la calle de José Abascal; But, en la plaza de Barceló y La Riviera, en el Paseo Virgen del Puerto.
PABLO X. DE SANDOVAL | Madrid