La cabeza de Ben Bernanke tiene precio: 1.500 puntos del Dow Jones. Eso es lo que algunos inversores enfadados calculan que subiría el índice de referencia de Wall Street si el presidente de la Reserva Federal dejara su cargo al frente del banco central más poderoso del mundo. Y es que los ánimos están muy caldeados en la plaza neoyorquina, mientras preguntan a Bernanke a qué está esperando para actuar y salvar a la economía de la recesión.
Ajustar, juzgar, elegir: la etimología de crisis remite a palabras amables. A un proceso de cambio. Pero los mercados no se andan con sutilezas cuando ven asomar el morro de una de esas crisis. El dinero se ha evaporado de las Bolsas en los primeros compases de 2008.
El Banco de España tiene un aire de infalibilidad. Y el oro, una aureola casi legendaria. La combinación debería ser demoledora, pero no siempre es así. El Banco de España vendió entre 2005 y el año pasado casi la mitad de sus reservas de oro por un importe de 3.500 millones de euros.