ALMUERZO CON... LOLY BOLAY
"Era hija de un rojo, y ahora, primera ciudadana de Suiza"
Se presenta sonriente y con proverbial puntualidad helvética. Sin formalidades ni protocolos. Con acento gallego cargado de expresiones en francés. "Disculpe que no haya respondido al teléfono", dice nada más llegar a un café en el corazón del casco antiguo de Ginebra, "pero es que me hubieran podido poner una multa".