"Mi tío Puyi sólo quería restaurar su dinastía"
Aisin Gioro Yulan fija la cita para el almuerzo a las 11 de la mañana frente al Estadio de los Trabajadores. Un sitio de resonancia proletaria para un hombre, que, si la historia hubiera seguido otros derroteros, podría haberse convertido en emperador de China o, al menos, en noble y pudiente príncipe.