Vendía móviles... y ahora canta ópera
"Lo primero que voy a hacer con el dinero del premio es arreglarme la dentadura. Sería estupendo volver a sonreír sin complejos". El galés Paul Potts, un vendedor de teléfonos de personalidad insegura y físico poco agraciado, hacía esta confesión el pasado junio, tras su victoria en un concurso musical de la televisión británica que le reportó 100.000 libras y un contrato millonario para grabar un disco.