Villepin reta a la Sorbona
Unos 200 irreductibles, mantenidos a raya por los antidisturbios, esperaban ayer al primer ministro francés, Dominique de Villepin, en la Universidad de la Sorbona, en París. Pese a los abucheos, el jefe del Gobierno, con varios ministros y el presidente de la Asamblea Nacional (Cámara baja), ni les miró al entrar en el mismo anfiteatro donde el pasado 8 de marzo un primer grupo de estudiantes inició la rebelión contra su tímida reforma laboral, el contrato de primer empleo (CPE), que precarizaba el trabajo de los jóvenes.