"Trae la cabeza de Bin Laden en hielo"
JAVIER DEL PINO | Washington
Una semana después de los atentados del 11-S en Washington y Nueva York, Gary Schroen, uno de los agentes de la CIA con más conocimientos sobre Afganistán, aterrizó en secreto en ese país con otros seis miembros de los servicios de espionaje de EE UU. Sólo llevaban encima armas, un ordenador, transmisores de radio, paquetes de café y tres millones de dólares en billetes de 100.