800 intelectuales y artistas europeos debaten en París "unidos en la diversidad"
Todo comenzó con una recepción en el palacio del Elíseo y un discurso del presidente Jacques Chirac. Predicaba ante convencidos, pero también ante buena parte de los ministros de Cultura de los Veinticinco, algunos mucho más liberales que los herederos de Malraux. La proclama chiraquiana a favor de "culturas que resistan la invasión de productos estandarizados" fue acompañada por un canto al derecho a "defender la diversidad de culturas en el mundo, porque la uniformización sería un daño inmenso".