El dictamen aprobado por unanimidad el pasado miércoles por la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), en el que se afirma que los valencianos comparten la misma lengua que los catalanes, desencadenó ayer una crisis institucional en el PP. El Grupo Popular en las Cortes Valencianas, a través de su portavoz Serafín Castellano, tachó el dictamen de "innecesario" e "inoportuno".
El presidente del Consell, Francisco Camps, intentó ayer frenar los reproches de sectores empresariales sobre la marginación de la provincia de Alicante y, paralelamente, retomar las relaciones institucionales con el líder del zaplanismo, el titular de la Diputación, José Joaquín Ripoll, que tampoco es ajeno a la visión de la patronal. Camps y Ripoll reactivaron un convenio de 1997 sobre obras hidráulicas.
El dictamen sobre el valenciano aprobado el miércoles por la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) fue bien recibido ayer por los partidos de la izquierda y nacionalistas, tanto valencianos como catalanes, así como por entidades culturales defensoras de la unidad de la lengua.
"Los empresarios estamos satisfechos con el Consell". El presidente de la patronal alicantina, Joaquín Rocamora, lanzó ayer ese mensaje tras reunirse durante dos horas con el presidente de Generalitat, Francisco Camps, una semana después de que el dirigente de la Cámara de Comercio, Antonio Fernández Valenzuela, asegurara que Alicante está sufriendo un agravio histórico en parte atribuible al Consell.
IGNACIO ZAFRA
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