Pilar López y El Güito: arte con humor
Puntual y con ese porte de rey gitano que aumenta un palmo su estatura de figura, el bailaor Eduardo Serrano El Güito espera frente a la puerta de la casa madrileña donde vive Pilar López, de 92 años, rápida de cabeza y afilada de lengua y humor como siempre. "Dígale que está aquí su hijo", dice El Güito al portero, y dos minutos después, la maestra de la mejor generación de bailaores del siglo XX se come a besos a su niño: "¡Cómo has crecido!".