SHERYL GAY STOLBERT / NYT | Nueva York
La terapia génica dejó atrás sus desmesuradas expectativas cuando el pasado otoño un joven de Tucson murió en un experimento que se realizaba en la Universidad de Pennsylvania. Pero mientras políticos y prensa de EE UU han dedicado el año a centrarse en las acusaciones de falta de control por parte del Gobierno y de la poca consistencia de los experimentos, la ciencia ha ido avanzando a paso tranquilo y constante. Dos mil especialistas en terapia genética de todo el mundo se reunieron hace unos días en Denver con una mezcla de sentimientos (preocupación y arrepentimiento, entusiasmo y un poco de desafío) en la tercera conferencia de la Sociedad Americana de Terapia Genética (ASGT). Según reconocieron todos, el año ha supuesto una cura de humildad.
Madrid
El 46% de los homicidios y el 25% de los suicidios y las autolesiones que se registran en España están causados por el alcohol, una de las sustancias que más potencian la agresividad humana. Asimismo, la bebida es responsable del 40% de los accidentes de tráfico, con más de dos mil muertos al año. Si a estas cifras se añade la mortalidad ocasionada por los tumores, cirrosis y otras enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol etílico, resulta que cada año se producen en España más de 13.000 muertes, lo que representa más del 6% de la mortalidad total.
Los ataques epilépticos, que afectan al 10% de la población en algún momento de su vida, pueden ser controlados en un 80% de los casos con fármacos. Los antiepilépticos consiguen, además, prevenir un 60% de las crisis, aunque sus efectos secundarios -somnolencia, irritabilidad o depresión- alteran considerablemente la calidad de vida de las personas epilépticas. El doctor Padró, responsable de la Unidad de Epilepsia del departamento de Neurología del hospital de la Vall d'Hebron, asegura que la ayuda psicológica es necesaria para "tratar mejor" la epilepsia.