La investidura de Rajoy
José Luis Rodríguez Zapatero ya está en los libros de historia y empieza la etapa de Mariano Rajoy al frente del Gobierno. Al tercer intento, el líder del PP será desde hoy presidente del Gobierno, una vez que ayer superó el último trámite, el de la votación de investidura en el Congreso de los Diputados.
Si hay algo en lo que cree Mariano Rajoy es en la política discreta de los despachos. Sobre todo en asuntos delicados, como el del fin de ETA. Ayer, el presidente electo dejó muy claro, en dos intervenciones clave ante el PNV primero y Amaiur después, que hay dos Rajoy.
El poder se expresa de muchas maneras. Pero ninguna tan evidente como la de nombrar a los subordinados. Mariano Rajoy, que siempre fue un hombre de poder y nunca de oposición -aunque ha estado allí casi ocho años-, ha decidido exhibirlo desde el primer minuto.
Todo estaba preparado hace tiempo y se desbocó ayer a primera hora de la tarde. Aplacados los ecos de la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España, una veintena de socialistas lanzó a través de las redes sociales y Twitter un manifiesto de siete páginas como pistoletazo de salida del debate.
Tras haber realizado el mayor recorte presupuestario de la Administración catalana en 2011, con un tijeretazo del 10%, el Gobierno de Artur Mas ha decidido emplear un arsenal de tasas e impuestos para drenar el déficit el año que viene.
El matrimonio de conveniencia que Convergència i Unió y el Partido Popular han mantenido en Cataluña el último año sufrió ayer un nuevo bache con la negativa de CiU a apoyar la investidura de Mariano Rajoy. El PP no escondió su malestar con la actitud de Josep Antoni Duran i Lleida y le acusó de estar "perjudicando a Cataluña".
La trama Gürtel solicitaba y conseguía que en las facturas para pagar los encargos de trajes para Francisco Camps y Ricardo Costa se alterasen los conceptos y en lugar de prendas de vestir apareciesen metros de tela para tapizar y uniformes para Fitur, Feria Valencia, Feria Bilbao y otros certámenes.
Todos contentos. Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra, y los líderes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo cambiaron ayer el hacha de guerra por un futuro acuerdo de colaboración.