La reforma laboral del PP
Cada vez parece más evidente que Mariano Rajoy quiere entrar con buen pie en La Moncloa. Pero también cada vez está más claro que le será muy difícil no empezar a pisar callos, lo que siempre ha tratado de evitar, en cuanto empiece a gobernar. El líder del PP, que insiste en no comparecer en público, desplegó ayer sus mejores artes de lo que fue una de sus especialidades cuando estaba en el Gobierno: la negociación.
Con seis horas de diferencia, los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, escucharon las mismas palabras de Mariano Rajoy: "Nos ha pedido que después de Reyes le digamos algo sobre negociación colectiva, absentismo, formación, solución extrajudicial de conflictos y contratación".
París tendrá que esperar. Miguel Arias Cañete, expresidente del comité de listas del PP y ahora emisario plenipotenciario de Mariano Rajoy para facilitar la incorporación de España al grupo noble de la zona euro que negocian Alemania, Francia e Italia, tenía previsto reunirse ayer por la mañana con el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé.
La concentración de socialistas ayer en el Congreso de los Diputados, reunidos para elegir a las direcciones de sus grupos parlamentarios, dio lugar a conversaciones cruzadas, a varias bandas, que sirvieron de toma de temperatura sobre las preferencias de liderazgos para el próximo congreso del PSOE.
La indignación en el lado de los delegados fue tal que a punto estuvieron de levantarse de la Mesa General de la Función Pública, donde se sientan representantes de los sindicatos y de la Generalitat. La magnitud de los recortes a los empleados públicos de la Administración catalana y sus empresas públicas, que expusieron ayer los responsables de la Función Pública, no tiene precedentes.
Los presos del colectivo oficial de reclusos de ETA han empezado ya a pedir, de forma individual pero dentro de una estrategia concertada y organizada, algunos de los beneficios penitenciarios que contempla la ley -como ya anunciaron en un comunicado publicado en el diario Gara el pasado 13 de noviembre-.
"Los tres rusos entraron por esta puerta. Iban armados. Les quité las pistolas de un movimiento. Que vuelvan si quieren, yo duermo tranquilo". Sam S. es un veterano de la Legión Extranjera francesa. Un boina verde (o eso dice él) ancho de espaldas que presume de haber luchado en Sarajevo y tener "el cuerpo de cicatrices".