Internacional
Ola de cambio en el mundo árabe
| Revuelta popular en Libia
La antigua bandera tricolor del reino de Libia -roja, verde y negra- ondea sobre la ciudad de Zauiya, controlada ya por las tropas rebeldes, una mezcla de comités ciudadanos y de militares contrarios al régimen de Gadafi. Las batallas de los últimos días se han decantado finalmente del lado de los opositores y ni la artillería pesada ni las incursiones esporádicas de los mercenarios africanos pagados por el dictador han logrado someter a los ciudadanos.
Resulta extremadamente chocante cruzar la frontera para entrar en un país árabe y no ver una pléyade de policías, militares, guardias y funcionarios. En el árido límite entre Egipto y Libia, solo tres o cuatro individuos, viejos Kaláshnikov al hombro y vestidos de paisano, guían al extranjero que marcha a contracorriente de los cientos de asiáticos y árabes que abarrotan el puesto para escapar de Libia.
Una vez establecido unánimemente por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Muamar el Gadafi ha perdido toda legitimidad y merece acabar ante el Tribunal Internacional de La Haya, Estados Unidos se ha precipitado a entrar en contacto con las fuerzas rebeldes y a ofrecerles "cualquier clase de asistencia", según anunció ayer la secretaria de Estado norteamericana, Hilllary Clinton, que hoy se reunirá en Ginebra con sus colegas árabes y europeos para precisar y coordinar esa ayuda.
La monarquía libia en el exilio está empezando a prepararse para intentar volver al trono. Los dos príncipes que aspiran a heredar el trono que perdió Idris I en 1969, cuando Gadafi dio un golpe militar aprovechando que el rey estaba de viaje en Turquía, han aludido estos días a la posibilidad de la restauración.
NAIARA GALARRAGA | Madrid
Algunos de los 12 militares que acompañaron a Gadafi en la revolución de 1969 emergen como candidatos para liderar el cambio ante la falta de sociedad civil
Inestabilidad en el norte de África
La primera oleada de protestas en Túnez tumbó al presidente Zine el Abidine Ben Ali; la segunda, a cinco de los ministros del Gobierno de transición, y la tercera, al primer ministro, Mohamed Ganuchi, de 69 años, que dimitió ayer tras un fin de semana de manifestaciones masivas y, a veces, violentas.
La ola revolucionaria que recorre el mundo árabe se ha llevado por delante de rebote a la ministra de Asuntos Exteriores francesa, Michèle Alliot-Marie, cuestionada por sus polémicas vacaciones navideñas en Túnez, en las que usó un avión de un empresario próximo a Ben Ali, y ha acarreado, además, una minirreforma del Gobierno de Nicolas Sarkozy, la décima en lo que va de legislatura.
Tensión en el golfo pérsico
Dos manifestantes murieron ayer en Omán cuando la policía intentaba dispersarles usando gases lacrimógenos y balas de goma. En lo que parece una extensión de la ola de cambio que sacude al mundo árabe, varios cientos de personas se congregaron por segundo día consecutivo en la ciudad industrial de Sohar, a 200 kilómetros al norte de Mascat, para reclamar puestos de trabajo y reformas políticas.
El exguerrillero sandinista y actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue ungido el sábado como candidato presidencial por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) para participar en las elecciones generales previstas para el 6 de noviembre.