Crisis del motor
General Motors, una de las grandes compañías del planeta, se vio forzada ayer a declarar la mayor suspensión de pagos en la historia industrial de EE UU para sobrevivir. Cae así, en apenas un mes, el segundo símbolo de la supremacía estadounidense en un sector, el del automóvil, que dominó durante casi un siglo, hasta que en 2008 la japonesa Toyota le arrebató el cetro.
La vieja General Motors entraba en la vía muerta, y la nueva Chrysler se hacía con la luz verde para emerger de la suspensión de pagos en un tiempo récord. El juez que durante el último mes supervisó desde Nueva York el proceso autorizó la pasada madrugada su plan de reestructuración, que contempla la venta de los mejores activos del fabricante estadounidense a la compañía que estará gestionada por la italiana Fiat.
Las ayudas directas todavía no han logrado que arranquen las ventas de vehículos en España en términos globales. Las matriculaciones mantuvieron su frenazo en mayo, mes en que empezó a aplicarse el Plan 2000E del Gobierno. Se registraron un 38,7% menos de operaciones que hace un año, 71.161, la segunda peor cifra de la historia en un mes de mayo.