La crisis que azota sin tregua la economía mundial está alentando protestas sociales en toda Europa, desde Reikiavik hasta Sofía. Y los políticos empiezan a temblar. Las turbulencias financieras ya se han llevado por delante a los Gobiernos de Bélgica e Islandia, y empiezan a pasar la factura de la inestabilidad a otros países europeos, como Francia y Reino Unido.
Si las grandes economías europeas están sufriendo por la crisis, países más vulnerables y pobres como Rumania y Bulgaria están al borde del colapso. Los sindicatos rumanos calculan que este año se perderán más de 400.000 empleos. La mayor compañía de ese país, la petrolera Petrom, acaba de anunciar el despido de 3.000 trabajadores, un 10% de la plantilla.
Los primeros datos del recuento electoral en Irak parecen confirmar tanto el desencanto de los electores con unos políticos que han fracasado en proveerles de servicios básicos durante los últimos años como el respaldo a los grupos que les han librado de milicias e insurgentes.
En 2008, época en que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, besaba al presidente palestino, Mahmud Abbas, y al mismo tiempo que Tzipi Livni, la titular de Exteriores, se entrevistaba con el jefe negociador, Ahmed Qurea, ambos dirigentes israelíes podían leer en sus despachos el informe demoledor redactado por el Ministerio de Defensa.
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregó ayer a tres agentes de la policía y un soldado a una comisión humanitaria encabezada por la senadora de oposición Piedad Córdoba, que viajó a recoger a los cautivos al departamento de Caquetá, en el sur del país. En la operación participó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).