SARA VELERT | Valencia
Por la calle de Caballeros, en el centro de Valencia, peregrinan de local en local grupos de amigos que cantan o vociferan como si aún estuvieran en una pista de baile. Son las 3.00 y aún hay tiempo para divertirse. Suena el claxon de un coche y pasa otro envuelto en una música ensordecedora. El exceso de ruido lo notan los oídos de cualquier transeúnte.
El viento desata el fuego
Todo ocurrió muy rápido. La fuerza con la que soplaba el viento (con rachas de 130 kilómetros a la hora) se encargó de propagar las brasas que iban saltando de un extremo a otro. En cuestión de minutos la tragedia llamó a la puerta de sus casas. Y la mayoría echaron a correr.
Los dos incendios más pavorosos declarados este fin de semana, avivados por el temporal de fuerte viento, quedaron ayer bajo control. El saldo de daños de estos dos días de pesadilla ha sido de unas 1.100 hectáreas calcinadas, un fallecido el sábado en Aigües de Busot, varios heridos y miles de desalojados de las urbanizaciones amenazadas por el fuego en La Nucia, Finestrat y Benidorm.
Fontestad cercenó los derechos sindicales de UGT y debe pagarle 6.000 euros para compensar la imposibilidad del sindicato de defender los derechos de los trabajadores y de haber podido trabajar en aumentar el número de afiliados en el centro laboral. Así lo reconoce una sentencia de la Sala de Lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).