Cae el 'carnicero de Sarajevo'
Un viejecito de aspecto bonachón, tupida barba blanca y enormes gafas de pasta que se hacía llamar Dragan Dabic y que paseaba tranquilamente por Belgrado guardaba un gran secreto. En realidad, ese supuesto sabio que practicaba la medicina alternativa lejos del mundanal ruido era el sanguinario Radovan Karadzic, de 63 años, uno de los prófugos más buscados por la justicia internacional.
Pronto se cumplirán ocho años de la caída de Slobodan Milosevic, el ultranacionalista serbio que dirigió la voladura de Yugoslavia y falleció en La Haya antes de escuchar la sentencia por genocidio y crímenes de guerra. Pero el nido de víboras -en expresión del reputado periodista Dejan Anastesevic- que ha mantenido el control de las cloacas del régimen desde 2000, sólo ahora empieza a desmoronarse.
La práctica de separar a los detenidos católicos de la hoy extinta IRA de los reos protestantes en la famosa prisión norirlandesa de Long Kesh, demostró que la segregación era nociva incluso entre rejas. Los internos se radicalizaban y hubo huelgas de hambre llevadas a sus últimas consecuencias.
La Unión Europea celebró ayer con toda clase de parabienes la captura de Radovan Karadzic, por considerarla "significativa señal" de la voluntad europeísta de Serbia, pero dejó pendiente la descongelación de proceso de acercamiento de Belgrado a la UE.
Después de cuatro días de su fantasmal viaje por los escenarios de combate de las tropas estadounidenses, Barack Obama reapareció ayer en Ammán ante los periodistas con una sonrisa que no se le recuerda desde sus mejores noches en las primarias.
Por segunda vez en seis meses, el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, ha acusado al diario The New York Times de discriminación y trato preferente hacia su contrincante, el demócrata Barack Obama. El pasado viernes, el senador de Arizona envió para su publicación en el diario un texto de opinión en el que respondía a la estrategia de lucha antiterrorista de Obama.