Resulta imposible conocer con exactitud el número de gitanos rumanos que viven en la Comunidad Valenciana. El único dato fiable es que en la provincia de Valencia hay 3.000 que se buscan la vida como pueden, con voluntad de integrarse en una sociedad que ve en la inmigración uno de sus problemas principales.
Se llama Mirela, tiene 17 años, es gitana rumana. Como otras muchachas, acude a un curso para aprender a ser dependienta. Lo hace en la sede de Valencia de la Fundación Secretariado Gitano. Viste a la manera occidental, sin faldas largas u oros.
La Generalitat ha lanzado en los últimos meses una ofensiva política para promover viviendas de protección pública (VPP) después de años de reinado absoluto de la vivienda privada o de renta libre.
El número de abortos practicados en los hospitales y clínicas de la Comunidad Valenciana casi se ha triplicado en diez años. De los 4.252 registrados en 1997 se ha pasado a 11.085 interrupciones voluntarias de embarazo en 2007, según los últimos datos hechos públicos por la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad.
Valencianos y visitantes de todas las edades participaron el sábado en una noche interactiva y callejera, que comenzó a la orilla del mar con teatro al aire libre y fuegos artificiales y siguió al son de la batucada.