El debate político sobre la situación económica
La única buena noticia que le dio ayer el Parlamento al Gobierno es que el periodo ordinario de sesiones se acaba ya esta semana. Todo lo demás fueron quebraderos de cabeza y la constatación de que vivirá toda la legislatura en un puro sobresalto. La crisis económica ha agravado las consecuencias políticas de la falta de una mayoría suficiente del PSOE y la ausencia de pactos estables.
Mariano Rajoy se esforzó ayer en intentar dar por finalizadas las turbulencias en su partido para poder lanzarse a hacer oposición subido a la ola de los datos negativos de la economía. "El PP ha salido reforzado y renovado del congreso", proclamó el líder popular en el foro de Abc.
"Puede haber algún verso suelto, pero la mayoría de las enmiendas a la ponencia refuerzan el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero". Ésta es la conclusión de Jesús Caldera, coordinador del texto que se debatirá en el 37º Congreso del PSOE dentro de diez días y que ha recibido 5.632 enmiendas.
El Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) ya tiene decidido qué votar el viernes en el pleno del Parlamento vasco sobre la consulta del lehendakari Juan José Ibarretxe. Su portavoz, Nekane Erauskin, indicó ayer en una entrevista en el diario Gara que dará a conocer su posición "en los próximos días", sin precisar siquiera si lo dejará para la misma sesión plenaria.
El diplomático Jorge Dezcallar Mazarredo -director del servicio secreto bajo el gobierno de José María Aznar- será el nuevo embajador de España en EE UU, según confirmaron anoche fuentes diplomáticas.
La visita sorpresa que el Príncipe de Asturias hizo el pasado día 17 a las tropas españolas en Afganistán tuvo una gestación más compleja de lo habitual. El Gobierno se vio obligado a cambiar el itinerario del avión en el que viajaba don Felipe por temor a que pudiera producirse un incidente con Irán.
La mafia turca servía la mercancía (heroína del tipo brown sugar) y un clan asentado en el poblado marginal de la Cañada Real Galiana (Madrid) se encargaba de venderla. Pero antes de cerrar cada operación, los españoles hacían que un yonqui de 42 años actuara como catador o probador de la sustancia para confirmar así que era de buena calidad.