La primera gran protesta por la crisis
Tragedia en la segunda jornada de paro indefinido de los transportistas. Un camionero que participaba en un piquete en el mercado central de Granada (en el municipio de Atarfe) falleció en la tarde de ayer tras ser atropellado por una furgoneta a la que trataba de cerrar el paso. Otro integrante de un piquete murió arrollado por un camión cerca de Lisboa (Portugal), donde los transportistas también han dejado de trabajar.
Las estanterías de los comercios comienzan a vaciarse. Los establecimientos no reciben nuevos productos y cuando venden lo que tienen, no hay para reponer. Esta situación, agravada por el acopio de alimentos que han hecho los consumidores, está provocando las primeras carencias en las tiendas, sobre todo de alimentos frescos, aunque la situación es muy desigual.
La jornada parlamentaria terminó como nadie había pensado. Durante todo el día los grupos parlamentarios elaboraron propuestas y contrapropuestas en torno a una moción del PP destinada a paliar la situación del sector del transporte y el incremento del precio de los hidrocarburos.
PABLO LINDE / ELSA GRANDA | Madrid
Los camioneros aseguran que el gasóleo se lleva entre el 40% y el 60% de sus ingresos
Al paro de turnos de Seat en Barcelona y de Mercedes-Benz en Vitoria, se sumaron ayer los paros en las fábricas de Iveco en Madrid, de Renault en Sevilla y, desde esta mañana, la paralización de toda la producción en la fábrica de Barcelona de Nissan y de la mitad de la factoría de Citroën en Vigo.
La directiva aprobada el lunes por los ministros de Trabajo de la UE, que eleva de 48 a 60 horas el límite de la semana laboral, provocó ayer reacciones muy dispares en Bruselas. Mientras el comisario de Empleo, Vladimir Spidla, defendió que se trata del "mayor paso adelante para los trabajadores europeos que refuerza el diálogo social", los sindicatos pusieron el grito en el cielo.