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El AVE, en la estación de Sants / CARLES RIBAS
Hay en la estación de Sants una sala de espera con unas 300 sillas que aguardan a los viajeros del AVE. Son sillas desinformadas, a las que nadie dice si esos viajeros llegarán la próxima semana o la siguiente. Pero no tardarán mucho más.
Sants ha cambiado mucho. No el barrio, que también, sino la estación ferroviaria. Hace unos meses era un amasijo donde se amontonaban hasta tenderetes de madera con baratijas múltiples y los usuarios se veían forzados a orientarse casi con brújula porque todos los trenes compartían el mismo espacio.
Los billetes para el trayecto en tren entre Madrid y Barcelona y viceversa siguen bloqueados por Renfe. Hay varios motivos para ello. El primero, que no se sabe cuándo empezará a funcionar el AVE. De momento, Renfe vende billetes para el tren convencional hasta el 18 de febrero, pero no más allá de esa fecha.
Jordi Pujol volvió a demostrar ayer que la disciplina de partido no va con él. Y que digan lo que digan en la dirección de Convergència i Unió -ayer impartió tajantes instrucciones de guardar silencio-, el haber ocupado la presidencia de la Generalitat durante 23 años le confiere total libertad para expresar sus opiniones.
Carod y Puigcercós retomarán la batalla por la dirección republicana tras el 9-M
El auditorio celebra hoy su centenario con una jornada de puertas abiertas
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