"La cabeza venció la batalla"
Hacía mucho tiempo que Severiano Ballesteros, 50 años cumplidos en abril, respondía siempre "dejaré el golf cuando deje de divertirme", y aunque visto desde fuera los últimos años el fenomenal golfista cántabro más parecía sufrir que pasarlo bien en un torneo, Ballesteros se negaba siempre a dar su brazo a torcer. Hasta ayer.