Amor por correspondencia
Igual que existe el sexo sin amor también existe el amor sin sexo. Y entre sus más fervientes practicantes estaban el escritor Ernest Hemingway y la actriz Marlene Dietrich. Desde que se conocieron en 1934 hasta el suicidio del autor en Idaho en 1961, la pareja mantuvo una estrecha relación que nunca llegó a las sábanas pero cuyo ardor platónico quedó registrado a través de su correspondencia.