Sólo Granada está habilitando un espacio de ocio para afrontar la ley 'antibotellón'
La ley antibotellón ya está en vigor. Los alcaldes tienen desde ayer la obligación de aplicar la norma andaluza que prohíbe comer y beber en la calle, a excepción de en aquellos lugares que designe cada Ayuntamiento para convertirse en botellódromo, un término que no gusta en las administraciones pero que se ha consolidado como sinónimo de espacio alejado de viviendas en el que los jóvenes podrán divertirse (y beber) sin molestar.