LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO
El socialista José Luis Rodríguez Zapatero afronta como presidente del Gobierno la asignatura pendiente de la democracia: lograr la paz en Euskadi. Encara ese reto ahora porque muchos entienden que algo se ha empezado a mover en ETA tras más de 36 años de actividad criminal y 817 asesinatos a sus espaldas.
El homenaje al concejal popular donostiarra Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA hace hoy 10 años, congregó ayer en el Kursaal de San Sebastián a políticos del PP y del PSOE y a familiares de las víctimas.
La manifestación que discurrió ayer entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol de Madrid en apoyo a las víctimas del terrorismo, a la que asistieron 35.000 personas, según la policía, derivó en insultos al Gobierno y al PSOE, en la petición de dimisión del comisionado del Gobierno para las víctimas, Gregorio Peces-Barba, y en gritos a favor del PP y la unidad de España.
Los preparativos para la ejecución material del atentado que el 11 de marzo segó la vida de 191 personas fueron ultimados a partir del 28 de enero, día en que se firmó el alquiler de la casa de Chinchón (Madrid), base logística del comando. Los terroristas estuvieron cerrando los detalles durante los 70 días anteriores a la masacre pero, por motivos de seguridad, dejaron para las dos últimas semanas los asuntos más peligrosos, como la consecución de los explosivos.
Gaspar Llamazares logró ayer confirmar su liderazgo en IU con un apoyo ligeramente superior al que tuvo en la tormentosa asamblea de diciembre.
SUSANA HIDALGO | Madrid
Si no llueve más de lo normal en primavera, la sequía afectará a la mitad sur de la Península