La revuelta del vino
JOAQUÍN PRIETO | París
Francia se levantó ayer con aires de revuelta. Grandes procesiones de viticultores desfilaron por las calles de Burdeos, Aviñón, Nantes, Tours, Blois, Maçon y otras capitales de las zonas de producción de vino, para denunciar "la demonización" de sus caldos. "¡Nuestros centenarios beben vino! ¿Y vosotros qué?", era uno de los eslóganes coreados, en referencia a los políticos, que promueven campañas de salud y en las que sugieren que el vino puede ser un veneno.