MATANZA EN MADRID
Cataluña se despertó ayer contagiada por el dolor de Madrid y sumida en el mismo duelo. Las universidades anularon las clases, los institutos se convirtieron en lugares de concentración de los estudiantes de secundaria que se manifestaban contra la violencia; en las escuelas los maestros intentaban que los niños asimilaran la dimensión de la tragedia y, a mediodía, las ciudades se paralizaron.
Unos minutos antes del mediodía, las calles de Barcelona empezaron ayer a llenarse de gente silenciosa que salía de los portales y las tiendas, de sus trabajos, y se plantaban impávidos y mudos.
La ciudad de Lleida vivió ayer la manifestación más importante de su historia (reunió a más de 35.000 personas); Tarragona, también (40.000); y Girona, lo mismo (más de 55.000).
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Ariadna Trillas | Barcelona
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