Un puñado de tierra cubana para Bebo
MAURICIO VICENT | La Habana
El pueblo habanero de Quivicán, 25.000 almas y una glorieta por donde han pasado las mejores orquestas populares cubanas, se estremeció el viernes con la visita del pianista de jazz Chucho Valdés y el cantaor gitano Diego el Cigala. Famoso por su tierra colorada y sus cañaverales, Quivicán es también conocido por los seis premios Grammy que han cosechado sus dos hijos más ilustres, Bebo y Chucho Valdés, padre e hijo.