"Somos gran premio pero renuncié...". Jorge Oteiza (Orio, 1908-San Sebastián, 2003) envió este escueto telegrama a su mecenas y amigo Juan Huarte tras obtener el Gran Premio Internacional de Escultura en la IV Bienal de São Paulo, en 1957. Al día siguiente, Huarte le contestó: "Enhorabuena, tráete gran premio. Abrazos".
Reina un sentimiento de euforia en la Tate Modern en torno a la exposición que dedica a Constantin Brancusi (Hobita, 1876-1957). Con una muestra íntima, de unas 40 esculturas -en mármol y madera mayoritariamente, que representan cerca del 20% de la herencia plástica que se conserva del artista- y 30 fotografías, la galería de Londres brinda un homenaje a uno de los escultores más significativos del siglo XX.
Pablo Gargallo (Maella, Zaragoza, 1881- Reus, 1934) buscaba "liberar la escultura de todo aquello (el volumen, la masa, la materia) que no es necesario". Prueba de ello son las 126 esculturas, además de 50 dibujos, joyas y cartones, que componen la mayor exposición realizada en España sobre el artista aragonés, añadió ayer el comisario de la misma, Rafael Ordóñez, antes de la inauguración en el IVAM.