La Acadia perdida
El Gobierno de Canadá, en nombre de la reina Isabel II de Inglaterra, proclamó ayer el reconocimiento oficial de una injusticia cometida en 1755. En aquel año, soldados ingleses confiscaron los bienes y expulsaron a los acadianos, ciudadanos de origen francés asentados desde el siglo XVII en el oeste del Canadá actual, en Nueva Escocia, Nueva Brunswick y la isla del Príncipe Eduardo, a la que llamaron Acadia inspirados por la leyenda griega de Arcadia, el paraíso perdido de los hombres felices en la naturaleza pródiga.