Atraco al estanco
JOAQUÍN PRIETO | París
El tabaco ya no sólo mata, como advierten los letreros impresos sobre las cajetillas, sino que el aspirante a cadáver debe dejarse la hacienda en el empeño. Por lo menos en Francia, donde el Gobierno ha subido dos veces las tasas sobre el tabaco en 2003 y ha confirmado otra para enero, encareciendo así este producto más del 50% en un año.