El contragolpe del Ejecutivo argentino culminó ayer con un uno-dos a la mandíbula del Supremo: el primer decreto mantuvo en pie el corralito bancario alrededor de los depósitos en los bancos a pesar del fallo en contra de la Corte, y el segundo suspende por seis meses 'la tramitación de todos los procesos judiciales' contra las nuevas medidas económicas.
George W. Bush envió ayer al Congreso un proyecto de presupuesto diseñado para una guerra larga. El espíritu de las cuentas nacionales para el ejercicio 2002-2003 se reflejó en los detalles de presentación: los tomos iban envueltos en la bandera estadounidense.
Rusia no está dispuesta a embarcarse ciegamente en una eventual cruzada contra ninguno de los países que EE UU ha declarado como 'eje del mal', ya que Moscú, a diferencia de Washington, no considera que Corea del Norte, Irak e Irán constituyan la principal amenaza.
El presidente mexicano, Vicente Fox, concluyó ayer su primera visita oficial a Cuba después de haber reducido la crispación de los últimos años, más acusada durante el mandato de Eduardo Zedillo (1994-2000), y de entrevistarse con siete disidentes.
El caso Enron se envenena día a día. El Congreso se enfureció ayer por la incomparecencia del ex presidente de la compañía, Kenneth Lay -quien ayer dimitió también del Consejo de Administración de Enron-, ante un subcomité del Senado y anunció la emisión hoy de una convocatoria ejecutiva, cuyo incumplimiento implicaría prisión por desacato al Parlamento.
JOAQUÍN PRIETO | París
La Unión Europea está verdaderamente decidida a sostener a la Autoridad Palestina y se muestra beligerante con la política de Ariel Sharon, según afirma el ministro francés de Exteriores, Hubert Védrine.
Cinco militantes del Frente Democrático de Liberación de Palestina murieron ayer en Gaza, al parecer en una nueva operación de guerra sucia del Ejército israelí, aunque el Ministerio de Defensa negó cualquier relación con lo ocurrido.
Lo que va mal, puede ir peor. Un sondeo de The Daily Telegraph, nada sospechoso de antimonárquico, pone de relieve que la mala opinión que los británicos tienen de su monarquía empeora.