'Mi dopaje favorito era comer bien'
KARMENTXU MARÍN
Con 37 años y dos hijos, de 5 y 2 años, es amable, sonriente, titubeante y desesperantemente lacónico. Decididamente, hombre de pocas palabras, y en absoluto persona de pasiones extremas. Su aspecto y su sonrisa franca hacen creer que es un tipo al que podría comprársele una bicicleta usada.