El FMI se compromete a que la globalización "beneficie a la mayoría y no sólo a unos pocos"
Miles de manifestantes se apuntaron ayer un éxito en su batalla contra la globalización al encerrar cuatro horas a la élite del capitalismo internacional en Praga, donde ministros de Finanzas, banqueros y autoridades de 182 países asistían a la inauguración de la 55ª Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial. Con el diluvio de adoquines y palos a una manzana del edificio, las autoridades de ambos organismos reconocieron la legitimidad de las protestas y prometieron trabajar para que "la globalización beneficie a la mayoría y no sólo a unos pocos".