HRW revela la detención de un migrante en la final del Mundial de Clubes: “La Copa del Mundo no se puede usar para atrapar aficionados”
La organización de derechos humanos exige protecciones concretas a trabajadores, deportistas, hinchas y periodistas que acudan al torneo el próximo verano
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se esmeran en resaltar la importancia de la seguridad de cara al Mundial 2026. No hay que temer de criminales, le dicen a los hinchas, locales y extranjeros. Los aficionados y trabajadores que estén presentes en el torneo, sin embargo, sí podrán sentir miedo de los agentes federales que desde que comenzó esta segunda Administración del republicano merodean por el país, en muchas ocasiones con las caras tapadas y sin distintivos que los puedan identificar, en busca de personas para detener y deportar.
Este miércoles, la revelación por parte de Human Rights Watch (HRW) de la detención de un solicitante de asilo a manos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el día de la final del Mundial de Clubes, el pasado 13 de julio, y su posterior deportación, ha elevado la cuestión de cara al certamen del próximo verano. “La Copa del Mundo no puede ser una manera para atrapar aficionados latinos. Sería la peor perversión de la idea del fútbol como el juego hermoso”, alerta Minky Worden, directora de iniciativas globales de HRW.
Pero esa perversión ya ha estado presente en las gradas. Mientras el presidente Trump acudía al palco del MetLife Stadium de Nueva Jersey para disfrutar del partido definitivo entre el Chelsea y el Paris Saint Germain en julio pasado, dos niños, de 14 y 10 años, estaban en sus asientos entre más de 80.000 personas; pero estaban solos. Minutos antes, su padre había sido arrestado en el estacionamiento de un centro comercial aledaño al recinto. Los menores habían decidido entrar, instados por su papá, pues todos pensaban que se reencontrarían cuando se aclarara el malentendido.
La policía lo había detenido en primera instancia para darle una citación por el vuelo indebido de un pequeño dron para tomar fotos y videos. Pero luego lo llevaron dentro del estadio para más interrogación y terminaron entregándolo a custodia del ICE, a pesar de que sus hijos menores no tenían otro acompañante y de que él tenía un permiso de trabajo válido mientras su solicitud de asilo estaba en trámite. El hombre, cuyo nombre y nacionalidad se han mantenido en reserva por temor a represalias tanto en Estados Unidos como en su país de origen, duró tres meses en un centro de detención migratoria en Nueva Jersey llamado Delaney Hall. Finalmente, en octubre decidió optar por una deportación voluntaria, al no aguantar más las terribles condiciones en las que estaba y para proteger a su familia.
“Este no es un caso aislado”, asegura Worden. “Los datos que hemos recopilado indican que el riesgo para FIFA en 78 partidos en Estados Unidos es enorme”. De acuerdo a información del Deportation Data Project y analizada por HRW, entre el 20 de enero y el 29 de julio de este año las fuerzas migratorias hicieron 55.749 detenciones solo en áreas donde se jugarán partidos del Mundial. Además, en los últimos días y semanas la retórica antimigratoria y xenófoba del Gobierno de Trump se ha endurecido aún más, por lo cual por ahora la Casa Blanca no descarta que haya redadas durante el Mundial.
Este miércoles, el representante de la Casa Blanca para el grupo de trabajo con la FIFA, Andrew Giuliani, hijo del exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, se refirió al caso expuesto por HRW en una rueda de prensa. “En cuanto al ilegal detenido, estaba violando una restricción temporal de vuelo con un anti-UAS —con un dron, debería decir— así que obviamente esa es la línea de lo que ha dicho el presidente en cuanto a querer asegurarse de que estos juegos sean seguros y protegidos. No habrá tolerancia para que la gente vuele sus drones alrededor de estos estadios durante estos partidos”, aseguró, escudándose en el uso indebido del aparato sin hablar sobre los dos menores que quedaron sin su acompañante legal.
La semana pasada, HRW envió una carta a Infantino, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, en la que informan a la FIFA del caso del hombre detenido por el ICE en las inmediaciones del estadio MetLife en verano y solicitan información sobre medidas y protocolos para proteger migrantes y menores durante el torneo. También preguntan si FIFA ha recibido garantías por parte del Gobierno de Trump. Hasta el momento, la FIFA no ha contestado puntualmente a la carta de HRW, aunque ha indicado que la detención en cuestión no es responsabilidad suya, pues ocurrió en un espacio separado al estadio —el estacionamiento aledaño— y no tienen registro de alguien con el nombre del detenido que haya comprado una entrada para el partido (la familia asegura que adquirió los boletos en el mercado secundario).
A solo días del sorteo oficial del mayor Mundial de la historia, la revelación de HRW se une a un llamado de una coalición de grupos defensores de derechos humanos liderados por el Sport & Rights Alliance para el respeto de los derechos y libertades de los asistentes al torneo el próximo verano. “Los trabajadores, los atletas, los aficionados y las comunidades hacen posible la Copa del Mundo”, afirma Andrea Florence, directora ejecutiva de Sport & Rights Alliance. “La Copa del Mundo de 2026 es la primera en incorporar criterios de derechos humanos en el proceso de licitación. Sin embargo, el deterioro de la situación de los derechos humanos en Estados Unidos ha puesto en peligro esos compromisos”, continúa. El llamado, a 200 días del inicio del certamen, resalta los crecientes ataques y la persecución contra los inmigrantes en Estados Unidos, así como la cancelación por parte de la FIFA de los mensajes contra la discriminación y las amenazas a la libertad de prensa.
Para Worden, de HRW, la situación de los haitianos en Estados Unidos resume la cuestión. La semana pasada, la Administración Trump eliminó el Estatus de Protección Temporal para Haití, el cual les ha permitido a cientos de miles de haitianos vivir durante décadas en Estados Unidos. “En el contexto del Mundial es muy alarmante porque la selección de Haití ha clasificado por primera vez en 52 años torneo. Así que muchos haitianos, cuyo estatus legal ha cambiado de la noche a la mañana, puede que vayan a animar a su selección sin saber que podrían estar en riesgo de deportación”.