Campesinos bajo amenaza: una redada contra decenas de migrantes en California extiende el temor a la era Trump
Un operativo sorpresa a principios de enero detuvo al menos a 78 personas. El mayor sindicato agrícola del país denuncia que entre los detenidos había residentes legales y que al menos 50 de los arrestados ya han sido deportados a México
La Patrulla Fronteriza estadounidense realizó la semana pasada una serie de detenciones y deportaciones por sorpresa en Bakersfield, California. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el operativo entre el 6 y el 8 de enero en esta ciudad agrícola dejó un saldo de 78 personas detenidas de siete nacionalidades distintas. Pero el mayor sindicato de trabajadores agrícolas del país sospecha que la cifra real de personas afectadas puede ser mayor que la reportada oficialmente. La organización Trabajadores Agrícolas Unidos (UFW, por sus siglas en inglés) considera que la operación policial, en la que participaron decenas de agentes por tierra y aire, tenía como objetivo amedrentar a los trabajadores latinos. De hecho, la UFW denuncia que entre los detenidos había incluso ciudadanos estadounidenses y residentes legales, según comunicaron este jueves en una rueda de prensa. También anunciaron que, al menos, 50 de los detenidos han sido deportados a México.
Las redadas ocurren en la antesala de que el presidente electo, Donald Trump, asuma su cargo este lunes. La promesa de llevar a cabo deportaciones masivas de emigrantes fue uno de los puntos fuertes de la campaña del republicano. Esta operación en una ciudad cuya población es mayormente latina dispara las alarmas sobre lo que puede venir en los próximos meses.
La información obtenida por la organización UFW por medio de varias fuentes hace pensar en un número mayor de detenidos. “Nos llegó un reporte de un ranchero que estima que al menos 30 de sus trabajadores fueron detenidos”, dijo durante la rueda de prensa Ambar Tovar, directora de servicios legales la Fundación UFW. “También un individuo comentó que fue detenido en una camioneta con al menos 36 personas durante el primer día de la operación”, añadió.
Para Tovar, lo ocurrido “fue una táctica de miedo para aterrorizar a los trabajadores agrícolas y a la comunidad inmigrante en su camino hacia y desde el trabajo”. Los directivos de UFW explicaron que esta operación, denominada Devolver al remitente, fue la primera de esta magnitud que lleva a cabo la Patrulla Fronteriza en el área: “Contabilizamos más de 50 agentes movilizados, además de patrullas, vans y helicópteros”.
“La mayoría de los detenidos eran trabajadores del campo. En menor número, también contamos trabajadores de la construcción, de las yardas, y otros sin empleo fijo”, afirmó Areli Arteaga, directora de Política y Legislación del sindicato. La información que manejan es que alrededor de 50 personas ya fueron repatriadas a México. “Tenemos certeza porque la recibimos de una fuente muy segura. Lo que sabemos y sospechamos es que la mayoría habría firmado su salida voluntaria”, dijo.
La UFW está en contacto con algunas de las personas detenidas que fueron liberadas posteriormente, para investigar si sus derechos fueron violados durante el proceso. “A pesar de la afirmación demostrablemente falsa de la Patrulla Fronteriza de que esta redada estaba dirigida a delincuentes, creemos que fue mucho más allá de eso. Nos rompe el corazón compartir que dos miembros de la UFW fueron detenidos y ahora están en México. Ambos miembros habían vivido y trabajado en los Estados Unidos por más de 15 años. Uno deja atrás a dos niños menores de 10 años, y el otro deja atrás a cuatro niños de entre cuatro y 10 años”.
Antonio De Loera-Brust, director de Comunicaciones de UFW, aseguró que entre los detenidos inicialmente “hubo ciudadanos y residentes legales de origen hispano, lo cual indica que en cierta medida las detenciones estuvieron basadas en la apariencia de las personas”. Añadió que, en estos momentos, la comunidad se siente asustada: “Hay un sentimiento de ansiedad por la posibilidad de estar separados de sus familias. Pero al mismo tiempo, hay que seguir trabajando. Mientras están alimentando a este país, los campesinos se sienten bajo amenaza”.