Trump se atrinchera en los bulos de la inmigración: “En el resto del mundo, el crimen ha bajado y aquí se ha disparado”
El expresidente fue fiel a su guion de falsedades —incluido que los haitianos se están comiendo a las mascotas— ante una Kamala Harris incrédula
El último bulo que se ha inventado Donald Trump se coló en el debate presidencial de este martes. Desde su podio, el candidato republicano repitió la mentira propagada por su campaña y sus seguidores de que los inmigrantes en el país se están comiendo las mascotas de los ciudadanos. “En Springfield [Ohio], las personas entrando en nuestro país se están comiendo los perros, los gatos, las mascotas de las personas que viven allí. Eso está pasando en nuestro país, es una vergüenza”, dijo. El moderador David Muir intentó aclarar que no existe evidencia alguna de que esto esté ocurriendo y que además las autoridades locales en Ohio han desmentido la afirmación del expresidente, pero de nada sirvió. Como de costumbre, el republicano se atrincheró en esta y otras mentiras sobre la inmigración.
“He visto a gente en la televisión que dice ‘cogieron a mi perro y se lo comieron”, continuó Trump, a pesar de la refutación de Muir. La candidata demócrata, Kamala Harris, por su parte, simplemente observó al expresidente con una mirada de incredulidad antes de reírse de él.
Este bulo nació como estrategia de la campaña de Trump para criticar la gestión de la vicepresidenta en asuntos relacionados con la inmigración fronteriza. Esta mentira, viralizada como meme, se basa en otras dos falsedades propagadas por el republicano: que Harris es responsable del auge de la inmigración irregular y que este aumento en la llegada de inmigrantes al país ha derivado en un alza en todo tipo de crímenes, incluyendo ahora también el robo y la ingesta de animales domésticos.
Sin embargo, nada de esto es verdad. Para empezar, Trump ha dicho —y esta noche durante el debate lo volvió a repetir— que el presidente Joe Biden encargó a Harris la gestión de la frontera sur del país como su “zar de la frontera”. En realidad, ella nunca tuvo ese cargo ni responsabilidad directa sobre la frontera, pero sí recibió al principio del mandato de Biden la tarea de coordinar las relaciones diplomáticas con el llamado Triángulo Norte de Centroamérica —El Salvador, Guatemala y Honduras— para abordar las “causas profundas” de la migración desde estos tres países.
Por otro lado, sobre la insistencia de Trump en que los inmigrantes están aumentando los índices de delincuencia en el país, los datos dicen lo contrario. Varios informes, incluyendo cifras del FBI, apuntan a que la mayoría de los delitos han descendido en Estados Unidos.
No obstante, estos hechos le importan poco a Trump, como lo volvió a demostrar esta noche. “Hay millones de personas entrando por nuestras fronteras, hay que sacarlos”, dijo en respuesta a la primera pregunta del debate (sobre la economía). Dejó caer frases similares en respuesta a otras preguntas a lo largo del encuentro, pero cuando el foco se puso en la inmigración, en la cuarta pregunta de la noche, Harris le obligó a desviarse de su guion al menos durante unos minutos. La vicepresidenta aprovechó la mayoría del tiempo de su respuesta para burlarse de los mítines de Trump. “Los invito a que asistan a algún mitin de Trump porque es un evento interesante”, dijo y continuó mofándose de los tamaños de los eventos de campaña del republicando, insistiendo en que muchos de los asistentes deciden irse temprano porque están “aburridos”.
Este ataque personal descarriló la conversación sobre inmigración justo en el momento dedicado al asunto. Un Trump visiblemente enfadado acusó a Harris de traer personas en buses a sus mítines e intentó defender sus propios actos de campaña.
Pronto los moderadores retomaron el hilo de la inmigración, preguntándole a Trump sobre cómo pretende llevar a cabo “la mayor deportación de la historia” de Estados Unidos. El republicano dio pocos detalles sobre la operación, que implicaría la expulsión de alrededor de 11 millones de personas, y en su lugar acusó al Partido Demócrata de haber “destruido el tejido social de nuestro país”. “Millones de personas han llegado y en el resto del mundo el crimen ha bajado” mientras “aquí se ha disparado”, insistió.