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Sabrina Carpenter, Céline Dion y otros artistas que han rechazado que sus obras se utilicen por el Gobierno de Donald Trump

Además de los músicos, algunos personajes ficticios e ilustradores han denunciado que su imagen, pinturas o canciones se han utilizado sin permiso

Un puñado de artistas han alzado la voz para evitar que la Administración de Donald Trump utilice sus obras en sus contenidos en redes sociales. Esta semana, una de las canciones más conocidas de Sabrina Carpenter —Juno, perteneciente a su disco Short n’ sweet, de 2024— fue utilizada por el Gobierno para publicitar la estrategia antimigratoria comandada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a través de un video en el que agentes persiguen y apresan a distintas personas. Carpenter comentó la publicación desde su cuenta de X: “Este video es malvado y asqueroso. No vuelvan a involucrarme a mí ni a mi música para el beneficio de su agenda inhumana”, dijo la artista originaria de Pensilvania.

Lo mismo sucedió a principios de noviembre con la estrella Olivia Rodrigo. Su tema All-American Bitch, un sencillo que se desprende de su más reciente disco con el mismo nombre, se utilizó por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un video que promovía la “autodeportación” de inmigrantes indocumentados a través de una aplicación gubernamental. “No vuelvan a usar mis canciones para promover su propaganda racista y llena de odio”, escribió Rodrigo en su cuenta de Instagram.

Los reclamos y denuncias de las cantantes son las más recientes, pero no las únicas. En 2024, Beyoncé emitió una carta de cese y desistimiento —una advertencia formal que se hace ante una persona o institución para que detengan una actividad ilegal— luego de que su canción Freedom se usara en un video de Trump; un caso curioso porque la melodía fue el himno no oficial de la demócrata Kamala Harris durante su campaña en 2024.

Céline Dion es otra figura en la lista. “¿Es en serio? ¿Esa canción?”, escribió en sus redes sociales luego de que My heart will go on, la canción emblema de la artista canadiense, se utilizara en un mitín del ahora mandatario. En agosto de 2024, el equipo de la artista emitió un comunicado: “Céline Dion no avala este ni ningún uso similar de la canción”. Lo mismo sucedió con Isaac Hayes, cantante y compositor de soul. El hijo de Hayes dio a conocer que la familia decidió demandar al entonces candidato presidencial cuando supieron que la canción Hold On, I’m Comin’ se usó 135 veces sin licencia.

Al menos seis músicos exigieron lo mismo en 2024. Además de los ya mencionados, está el legendario guitarrista inglés de The Smiths, Johnny Marr; los herederos de Sinéad O’Connor; y la banda de rock Foo Fighters. Y en años anteriores se les suma Neil Young, R.E.M, Rihanna, Steven Tyler (vocalista de Aerosmith), The Rolling Stones, entre otros.

El problema no ha sido solo con músicos. Por ejemplo, la familia del ilustrador Norman Rockwell, quien trascendió con sus portadas de la revista Saturday Evening Post, denunció que el DHS estaba utilizando, sin su permiso, imágenes con lemas nacionalistas, lo cual sería algo devastador para el ilustrador, según palabras de su hijo.

La editorial Kids Can Press, que acoge los libros de La tortuga Franklin, un personaje infantil, también ha pedido que su imagen no se utilice. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, lo usó en un meme como referencia a los recientes ataques de Estados Unidos sobre presuntas narcolanchas con un lema que decía “Franklin contra los narcoterroristas”.

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