Las autoridades desactivan la alerta de tsunami tras el fuerte terremoto que sacudió el norte de California
El centro de información de tsunamis decretó la advertencia para cientos de kilómetros de línea costera en el Estado tras un terremoto de 7,0
Un potente terremoto de magnitud 7,0 ha sacudido la mañana de este jueves el norte de California. El seísmo pudo sentirse en las ciudades costeras de la región, como San Francisco y Oakland. Las autoridades decretaron por unos minutos una alerta de tsunami para cientos de kilómetros de la costa, desde el Estado y hasta el vecino Oregón. La advertencia fue levantada minutos más tarde, cerca del mediodía. “No existe peligro de tsunami para esta área”, afirmó en las redes sociales el Centro nacional de alertas de tsunami de Estados Unidos.
Las autoridades del Estado habían estimado que las olas del tsunami alcanzarían San Francisco sobre las 12.10. Las alertas de tsunami se activan de forma automática para cualquier evento sísmico de una magnitud 5,0 o más. “Una serie de olas de gran magnitud y fuertes corrientes pueden impactar las costas cerca de ti. Está en peligro, aléjese de la costa”, informaba una alerta enviada a los móviles de los habitantes del área. Las sirenas de tsunami se activaron y pudieron escucharse también en el vecino condado de Santa Cruz, al sur de la bahía. El Departamento de Energía de la ciudad había solicitado a la población alejarse de playas, muelles y marinas e internarse a tierra al menos una cuadra.
De momento, no existen informes de daños significativos ocurridos en las ciudades, aunque algunos servicios públicos se pausaron en San Francisco, como el transporte público de la bahía (Transbay). Un portavoz del Departamento de Policía ha afirmado que los agentes están en alerta y asegurándose de que la gente siga las comunicaciones oficiales y abandone las partes más bajas de la ciudad. Gavin Newsom, el gobernador de California, aseguró que sigue analizando posibles afectaciones a infraestructuras. El mandatario ha anunciado también que ha decretado el estado de emergencia para el condado de Humboldt (norte del Estado) para poder hacer frente a perjuicios potenciales.
“Seguiremos operando el Centro de emergencias para monitorear la situación”, ha informado London Breed, la alcaldesa de San Francisco, después de que se levantara la alerta de tsunami. Breed advirtió a la población que aún puede haber fuertes marejadas, por lo que hizo un llamado a evitar actividades acuáticas por la presencia de olas peligrosas.
El terremoto ocurrió sobre las 10.44 de la mañana y tuvo como epicentro un punto del Pacífico a 10 kilómetros de profundidad. La comunidad más cercana, a unos 110 kilómetros de distancia, fue el puerto de Eureka ubicado a su vez a tres horas al norte de San Francisco. Con una población de 25.000 personas, Eureka es la ciudad californiana donde el terremoto se sintió “muy fuerte”, de acuerdo a los geólogos. El movimiento pudo percibirse con diferente fuerza en otras comunidades costeras como Coos Bay y Crescent City, en Oregón; y Mendocino, en California.
En San Francisco los móviles sonaron minutos antes de las 11.00. En la zona de Embarcadero, una de las más turísticas de la ciudad, los paseantes se miraban extrañados y se acercaban a preguntar a la policía de la ciudad. “Es un jueves, es diciembre, todavía no es periodo de Navidad, por tanto diría que estamos en la media. Sí, es la media”, aseguraba el responsable de información de Fisherman’s Wharf, el popular paseo marítimo. “No estoy preocupado, supongo que si acaso subirá el nivel del agua un poco y ya está. No creo que haya olas”, añadió. La zona vivió a finales de noviembre otra alerta por inundaciones por las fuertes lluvias registradas.
Los puentes de la ciudad, el Golden Gate y el Bay Bridge, siguieron este jueves con su actividad habitual, aunque las recomendaciones aconsejaban no cruzarlos en las próximas dos horas. En los últimos diez días se han registrado dos terremotos de magnitud 3,0 en el área, una zona de alta actividad sísmica. En promedio, unos cinco terremotos de magnitud entre 7,0 y 8,0 se registran anualmente en California y Nevada, de acuerdo con información recabada por el Servicio Geológico de Estados Unidos en los últimos tres años.
Hay que remontarse a 2014 para encontrar un seísmo de tal magnitud. Entonces fue uno de 6,0 el que sacudió la zona del Valle de Napa, provocando daños en estructuras y edificios, además de grietas en las carreteras que conectan la densamente zona poblada de San Francisco y Oakland con el centro del gigantesco Estado.