República Dominicana intensifica las deportaciones de haitianos, casi 11.000 en una semana
La medida del Gobierno de Abinader genera el rechazo inmediato de Haití, cuyo representante ante la ONU lo tilda de “estrategia de limpieza étnica”
La situación de los migrantes haitianos en la República Dominicana se ha deteriorado drásticamente en las últimas semanas. El Gobierno dominicano ha intensificado las deportaciones, acercándose a las 11.000 personas en tan solo una semana, según datos oficiales. Las expulsiones han provocado el rechazo inmediato del país vecino y han generado tensiones diplomáticas entre las dos naciones que comparten la isla de La Española.
El Gobierno de Luis Abinader anunció el pasado 2 de octubre que deportaría hasta 10.000 haitianos por semana, alegando un “exceso de población migrante que se percibe en las comunidades dominicanas”. Se trata de la política migratoria más severa en la historia reciente del país. En el comunicado en el que se anunció la medida, el portavoz del presidente aseguró que las expulsiones ser harían “en el marco de estrictos protocolos que garanticen el respeto a los derechos humanos y la dignidad de los repatriados”. Pese a ello, las denuncias que llegan de la frontera apuntan a que estas normas no se están cumpliendo. En los últimos días, han surgido videos que muestran escenas de brutalidad policial.
Frente a esta situación, el Gobierno de transición haitiano, asfixiado por la violencia de las pandillas, a través de su ministra de Relaciones Exteriores, Dominique Dupuy, solicitó con urgencia una reunión en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En ella, el representante de Haití, Gandy Thomas, condenó las deportaciones, calificándolas como una “estrategia de limpieza étnica” y una “campaña discriminatoria” basada en la nacionalidad y el color de la piel de los haitianos.
La ministra Dupuy expresó su preocupación por las “brutales redadas y deportaciones” que los haitianos han sufrido en la República Dominicana, señalando que estas acciones atentan contra la dignidad humana y violan las normas internacionales de derechos humanos. Dupuy exigió respeto y justicia para sus compatriotas, instando al Gobierno dominicano a reconsiderar sus políticas migratorias.
Dupuy también alertó sobre las consecuencias de estas deportaciones, afirmando que muchos de los haitianos repatriados llegarán a Haití sin apoyo, recursos ni vínculos con sus comunidades, lo que agravará la ya frágil situación del país, golpeado por una tormenta perfecta de violencia y miseria.
Las organizaciones de derechos humanos se suman al llamado
Diversos videos que denuncian la persecución y el maltrato que están recibiendo los haitianos por parte de las autoridades dominicanas se han viralizado en el país caribeño. “Nos quitaron todos los documentos, nos piden plata para que nos devuelvan nuestros papeles dominicanos”, dice una residente haitiana en el país vecino.
Ante la creciente inseguridad para los haitianos en la República Dominicana, la organización Cañeros Organizados hizo un llamado urgente a sus compatriotas para que abandonen el territorio dominicano “antes de que nos maten”. Esta organización, que lucha contra la explotación laboral que sufren muchos trabajadores haitianos, instó a un éxodo masivo de haitianos que laboran en sectores como la agricultura, la construcción, el turismo y las zonas francas.
El mensaje de Cañeros Organizados fue claro: “Por nuestra dignidad. El Estado dominicano ya no nos necesita. ¡Hagamos un éxodo masivo y demos el paso juntos antes de que nos maten!” Este llamado refleja el temor que prevalece entre la comunidad haitiana en la República Dominicana, donde se sienten cada vez más vulnerables ante la hostilidad y las amenazas.
Por otra parte, en los últimos días, varios grupos de dominicanos se han manifestado para presionar a su Gobierno para que sea todavía más estricto en la expulsión de haitianos. Algunos manifestantes incluso advirtieron de que tomarían medidas si las autoridades no actúan. Esta creciente tensión ha aumentado el riesgo para los haitianos. “Tememos por nuestras vidas y por nuestra seguridad en este país”, afirmó Roudy Jouseph, representante del movimiento Haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana en República Dominicana.
Entre dos crisis
Si bien la situación en la República Dominicana es alarmante para los migrantes haitianos, no es mejor en Haití. El país sigue sumido en una grave crisis de seguridad, con pandillas armadas que siembran el terror y la violencia, atacando a la población civil de manera indiscriminada. Las condiciones de vida son extremadamente precarias, lo que complica aún más la decisión de muchos migrantes de regresar a su país de origen. Tan solo la semana pasada, un grupo de sicarios de la banda criminal Gran Grif asesinó a decenas de personas en una escalada sin apenas precedentes en el país.
“La situación es extremadamente difícil para los haitianos, tanto en la República Dominicana como en Haití”, explicó Sam Guillaume, representante del Grupo de Apoyo a Retornados y Refugiados de Haití. Guillaume denunció que muchos haitianos deportados han sido extorsionados, violados o detenidos en condiciones inhumanas, sin acceso a agua ni comida. Afirmó que las autoridades dominicanas “cazan” a los haitianos y los someten a maltratos físicos y psicológicos.
Este miércoles, Human Rights Watch (HRW) ha alertado sobre el reclutamiento forzoso de menores. “Con opciones limitadas de supervivencia, muchos niños en Haití se ven arrastrados hacia los grupos criminales, en los que participan en actividades ilegales y enfrentan graves riesgos”, denuncia Nathalye Cotrino, investigadora de crisis y conflictos de la organización. “Para detener la violencia, el Gobierno de transición debería centrarse en mejorar la vida de los niños, brindándoles protección, acceso a bienes y servicios esenciales, incluida la educación, y oportunidades legales para su rehabilitación y reintegración”.
El asesor de la misión dominicana ante la OEA, Radhafil Rodríguez, rechazó las acusaciones de maltrato hacia los migrantes haitianos y aseguró que cualquier queja sería tomada “muy en serio” por su Gobierno. Sin embargo, las denuncias de abusos continúan, y la situación en la frontera entre ambos países sigue siendo tensa.
La crisis migratoria en la isla de La Española ha puesto de relieve las profundas divisiones y tensiones entre Haití y la República Dominicana. Mientras el Gobierno haitiano busca una solución diplomática y reclama justicia para sus ciudadanos, muchos haitianos en territorio dominicano temen por su seguridad y se enfrentan a una decisión dolorosa: quedarse en un país que los rechaza o regresar a uno que no les ofrece garantías de seguridad.
Ante este panorama, el Gobierno liderado por el primer ministro en funciones, Garry Conille, continúa trabajando con sus socios internacionales para recibir a los deportados y brindarles apoyo. No obstante, la falta de recursos y el deterioro de las infraestructuras en Haití dificultan la capacidad de respuesta a esta crisis humanitaria.