El redoble de tambores del debate ahoga todo lo demás

Al ser el único cara a cara confirmado entre los candidatos a ocupar el Despacho Oval a partir del próximo año, hay quienes piensan que esta noche se pueden ganar o perder las elecciones

Donald Trump, el pasado viernes en Charlotte, Carolina del Norte, y Kamala Harris, el pasado miércoles, en una imagen tomada en North Hampton, en el Estado de New Hampshire.

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Es hoy. Donald Trump se vuelve a enfrentar al candidato demócrata ante las cámaras, pero esta vez, como bien saben, no será Joe Biden al otro lado, retirado de la contienda y prácticamente de cualquier relevancia, a pesar de seguir siendo el presidente de Estados Unidos, el “líder del mundo libre”. A Trump lo espera Kamala Harris, la vicepresidenta que ha generado una ola de entusiasmo sin casi precedentes entre las filas demócratas desde que emergió como la única candidata viable en los días que siguieron a la renuncia de Biden.

Pero ahora, pasada la luna de miel, en las encuestas hay un empate técnico y el debate, después de que el anterior causara que la campaña presidencial volara por los aires, ha generado una enorme expectativa. Al ser el único cara a cara confirmado entre los candidatos a ocupar el Despacho Oval a partir del próximo año, hay quienes piensan que esta noche se pueden ganar o perder las elecciones.

El debate de Filadelfia será un duelo entre una fiscal y un delincuente convicto, con millones de votantes como jurado popular. Sin embargo, a la que se juzga es sobre todo a la candidata demócrata. Aquí, el corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos, Miguel Jiménez, desglosa las claves del debate: la economía, la frontera, el aborto y la democracia. Él mismo les escribirá directamente en una entrega extraordinaria de este boletín después del debate esta semana.

Pero a pesar de que el redoble de tambores del debate de este martes ha ahogado todo lo demás desde hace días, en la última semana las noticias que afectan la campaña no han parado.

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Flores y globos en homenaje a las víctimas en el Instituto Apalachee de Winder (Georgia).Elijah Nouvelage (REUTERS)

El miércoles, el tiroteo en un colegio de Winder (Georgia) por parte de un estudiante de 14 años que mató a dos profesores y dos alumnos ha convertido, una vez más, la regulación de las armas de fuego en un asunto de campaña. Los dos candidatos y sus partidos tienen propuestas contrarias sobre cómo hacer frente a la epidemia de tiroteos masivos que azota a Estados Unidos una y otra vez —el sábado un tirador, que sigue prófugo, abrió fuego en una autopista del Estado de Kentucky—. Los demócratas exigen endurecer el acceso a las armas y prohibir las armas de asalto, mientras que Trump y los republicanos se cierran a nuevas restricciones y apuestan, fieles a su guion en el tema, por reforzar la seguridad en los colegios.

La cuestión se encendió tras unas declaraciones en las que el candidato republicano a la vicepresidencia, J. D. Vance, se refirió a los tiroteos como una “realidad” (el literal en inglés, a fact of life, “un hecho de la vida”, tiene una mayor carga de indiferencia o resignación). Los demócratas han recordado que Trump se vanagloriaba de ser “el mayor fan” de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y que en la convención de dicha organización sacó pecho por haber resistido las presiones durante su presidencia y no haber “hecho nada” para restringir el acceso a las armas de fuego. Tras un tiroteo en un colegio de Iowa con tres muertos en febrero, dijo: “Hay que superarlo: tenemos que seguir adelante”. Es muy probable que durante el debate de esta noche el tema vuelva a tener su momento bajo los focos.

Mientras las secuelas del tiroteo reverberaban en la conversación nacional, varios personajes históricos de alto perfil del Partido Republicano se hicieron con algunos titulares al darle la espalda a Trump públicamente y anunciar su apoyo a Kamala Harris. El hijo del excandidato presidencial John McCain, el exvicepresidente Dick Cheney, y su hija Liz Cheney, excongresista por Wyoming, todos avalaron a Harris ante la amenaza que aseguran que supone Trump para la democracia estadounidense y la seguridad mundial. No es poca cosa que personajes de tal renombre entre los conservadores hayan dado este paso. Pero en el ambiente ultrapolarizado y el fanatismo de las bases trumpistas, difícilmente incline la balanza.

Al final, la semana entera se ha vivido entre los ávidos seguidores de la campaña —y ahí los periodistas estamos al frente de la fila— como una eterna previa del debate. Ha sido como asistir a una función en el cine y ver tráiler tras tráiler, sin darnos cuenta de que en realidad eran parte de la película.

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Ilustración suplemento Negocios 08/09/24Maravillas Delgado

Así que aquí van algunas otras de esas noticias que tal vez pasaron por alto en medio de la expectativa del debate entre Trump y Harris:

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