Danny Pino, actor: “El precio de los placeres del narco se paga con sangre. Es muy peligroso glamurizar esa vida”
El intérprete, hijo de expatriados cubanos, protagoniza ‘Hotel Cocaine’, la nueva serie del cocreador de ‘Narcos’ en MGM+, ambientada en el Miami de los años 70 y 80, cuando la ciudad se convirtió en la capital del mundo de la cocaína
Danny Pino (Miami, 1974), bromea cuando dice que lo de llegar adonde está hoy día ha sido “facilito”. Pero creció viendo a los actores de origen cubano Rocky Echevarría (conocido como Steven Bauer) en la serie de televisión ¿Qué pasa, USA?, y a Desi Arnaz interpretando a Ricky Ricardo en I Love Lucy. Según cuenta, en perfecto español, estos ejemplos, junto con ver actuar a Andy García en la pantalla grande (con quien luego trabajaría en la película The Lost City y en la obra de teatro Key Largo), le inspiraron como para atreverse a intentarlo también él. Tras graduarse en la Universidad Internacional de Florida, se mudó a Nueva York a estudiar actuación en el Tisch School of the Arts. La experiencia le cambió la vida. Ya en Los Ángeles, donde se trasladó para formar parte de la industria del cine, el miamense saltó a la fama interpretando primero a detectives. Durante siete años fue Scotty Valens en la serie Cold Case (Caso abierto, CBS) y durante otros cuatro interpretó a Nick Amaro en Ley & Orden: Unidad de Víctimas Especiales (NBC). Tras una década en el lado de la ley, pasó al contrario y encarnó a narcotraficantes mexicanos en las series Mayans M.C. y The Shield: Al margen de la ley.
Ahora, por fin, Pino es el protagonista absoluto de una serie. En la recién llegada Hotel Cocaine (MGM+, estrenada el 16 de junio) interpreta a Roman Compte, un personaje complejo e intrigante, lleno de claroscuros y que existió en la vida real. Fue el director general del lujoso Hotel Mutiny (en el que se ambienta la serie), el más famoso de la historia de Miami, que todavía sigue abierto en Coconut Grove. Por entonces era el centro neurálgico tanto de la vida nocturna de la ciudad como de las drogas; el lugar predilecto de estrellas de Hollywood, leyendas del rock, narcotraficantes y personajes del momento (en el episodio piloto aparece el icónico periodista gonzo Hunter S. Thompson). Un hotel que algunos consideraban el Studio 54 de Miami, y que llegó a contar con 11.000 socios.
Pregunta. El punto de partida de la serie es cuando un agente de la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) obliga a Roman, su personaje, a infiltrarse en la vida de su hermano, el mayor narcotraficante de la ciudad, para conseguir detenerlo. Y, como era de esperar, la historia se complica. ¿Considera a su personaje un héroe o un villano?
Respuesta. La mayoría de los personajes interesantes son ambivalentes, como sucede en la vida real, que a veces somos héroes, otros villanos. Eso es lo que hace a Roman más interesante.
P. ¿En qué se parece a él?
R. Los dos somos padres y estamos entregados a la familia. Además, estamos superorgullosos de ser cubanos, pero sufrimos las consecuencias del exilio por la dictadura y ansiamos una Cuba libre.
P. ¿Con qué ha disfrutado más interpretando a este personaje?
R. Cada decisión de mi personaje es de vida o muerte, es un movimiento de ajedrez que hace que su vida sea sumamente interesante. ¡El riesgo más grande que he tomado en mi vida ha sido ser actor! [Risas]
P. ¿Cómo se preparó para el papel?
R. Maurice Compte, el hijo de mi personaje, contactó al cocreador de la serie, Chris Brancato, también cocreador de Narcos, y le contó la historia de su padre. Fue así como surgió la serie. Así que estar con Maurice fue fundamental para prepararme para el personaje. De hecho, cuando lo conocí llevaba una medalla de oro de la virgen de la Caridad que pertenecía a su padre. Le eché una foto y construimos una idéntica que llevé en cada escena de la serie.
P. ¿Conoce a alguien que fuera miembro del Hotel Mutiny?
R. Sí, de hecho mis tíos se conocieron allí y mi tía me asegura que nuestro Hotel Mutiny es mejor que el que existió. Aunque no sé si eso será verdad.
P. ¿En qué se diferencia Hotel Cocaine de otras series sobre crimen organizado?
R. El ADN de muchas de estas series y de películas como El Padrino o Uno de los nuestros son las historias sobre familias. Pero la serie gira en torno a la cultura cubana y en la que se habla de la situación política del país, de una dictadura que todavía continúa en la isla y de la falta de libertad. Esta serie es una oportunidad de educar a la sociedad sobre la historia cubana y de desarrollar personajes que nos permitan compartir nuestra cultura.
P. Hay una tendencia a romantizar la vida de lujo asociada al narcotráfico.
R. Creo que con Hotel Cocaine se ha hecho un buen trabajo mostrando el precio de esos placeres. Un precio que se paga con sangre. Es muy peligroso glamurizar esa vida, esas decisiones, esa violencia.
P. Lleva viviendo en Los Angeles más de 20 años, ¿qué echa de menos de su Miami natal?
R. El cubaneo de Miami, que es muy único, y la mezcla de culturas latinas, influenciadas por el Caribe. Mi esposa es colombiana y la conocí cuando vivía allí. Allí también tengo amigos venezolanos, haitianos…
P. ¿Le preocupa la situación política en Estados Unidos?
R. Mucho. No nos escuchamos los unos a los otros, parece que estuviéramos divididos en tribus, por razas o ideologías políticas. Ojalá pudiéramos relacionarnos por el denominador común, como seres humanos.
P. Cuando no actúa, ¿en qué le gusta invertir su tiempo?
R. Soy muy familiar, me gusta pasar mucho tiempo con mi mujer y mis hijos. También me apasionan los deportes. ¡Soy un fanático de todos los equipos de Miami! Los Heat, los Dolphins, los Marlins… Y me hace mucha ilusión que ahora Messi esté en mi equipo.