Siete inmigrantes guatemaltecos heridos en Nebraska: su vecino blanco les disparó en un acto abiertamente racista
El hombre de 74 años abrió fuego con una escopeta desde su propiedad y se suicidó después. Cuatro niños se encuentran entre las víctimas
El pasado viernes a las 16.30 aproximadamente, Billy Booth tomó su escopeta y disparó a mansalva contra sus vecinos guatemaltecos cuando estos se encontraban en el jardín de su vivienda, según el reporte de las autoridades. Alrededor de 15 personas, todos parientes, se encontraban en el exterior de la casa para el momento de los hechos. Booth se suicidó después del incidente. Las balas alcanzaron a cuatro niños de edades entre los tres y los 10 años, pero la policía informó que todas las víctimas sobrevivieron.
La noticia estremeció a Crete, una pequeña pero diversa comunidad de unos 7.000 habitantes a unas 70 millas (110 kilómetros) al suroeste de Omaha (una de las ciudades más grandes de Nebraska), con una población 50% latina y un 25% de pobladores nacidos en el extranjero.
El diario Omaha World-Herald publicó que el agresor era un hombre mayor y ermitaño que se mantenía aislado la mayoría del tiempo, con un historial de incidentes con sus vecinos blancos e hispanos. La policía recibió anteriormente una queja por parte de la familia guatemalteca sobre un episodio en el que Booth se acercó a la casa para hacerles un gesto obsceno, gritarles que se devolvieran a su país y demandarles que “hablaran inglés”.
El jefe policial de Crete, Gary Young, declaró el fin de semana que los investigadores tratan de determinar las razones del ataque, pero el racismo se encuentra en el primer lugar al tomar en cuenta las palabras que el agresor usó en el incidente previamente descrito. La agencia AP también publicó que Booth se peleaba con vecinos blancos de la calle. “Odiaba a todo el mundo”, comentó Dave Hansen, cuya casa está al lado del agresor.
Crímenes de odio contra latinos en Estados Unidos
Los peligros de la retórica antinmigrante llevan años causando estragos en el país. Los crímenes de odio contra la población latina de Estados Unidos, que según datos del instituto de estudios Pew Research son unas 62,1 millones de personas, llegaron a niveles récord en 2022, el año más reciente para el que hay estadísticas nacionales disponibles. Se registraron 738 ataques y un aumento de 21% en comparación con el año 2020, de acuerdo a las cifras de la Agencia Federal de Investigación e Inteligencia (FBI, por sus siglas en inglés). La institución tiene previsto publicar las estadísticas del 2023 a finales de este año, pero algunos reportes indican que los incidentes siguen en alza.
Datos del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad Estatal de California evidencian los efectos del discurso antinmigrante de Donald Trump durante su estancia en la Casa Blanca. Los crímenes de odio contra los latinos subieron en relación a sus comentarios, llegando a dispararse en más de un 50% en julio de 2018, cuando su Administración impulsó la política de separación familiar en la frontera. Ahora con la victoria en el debate de la semana pasada y el fallo del Supremo que ratifica su inmunidad penal durante el ejercicio de su cargo, la retórica contra la inmigración del candidato republicano a las elecciones de noviembre podría generar más daños en un país en el que su máxima autoridad sanitaria, el cirujano general Vivek Murthy, hizo un llamado a abordar la violencia por armas de fuego como una crisis de salud pública.