Muere Morrie Markoff, el bloguero más viejo del mundo a los 110 años
El estadounidense utilizaba WordPress para escribir su reflexiones sobre la política o sus experiencias con la vejez
Morrie Markoff perdió la vida pero le sobreviven sus escritos y sus publicaciones de blog, que crean un retrato completo de un hombre ávido por disfrutar la vida sin ignorar los efectos de envejecer, observando de frente a la muerte. Markoff vivió 110 años, edad que lo convirtió en el blogero verificado activo más viejo en todo el mundo. Su edad le dio una larga lista de experiencias de vida que usó como inspiración para hablar sobre cómo el mundo, la sociedad y la política cambiaron a su alrededor, ofreciéndole a otros una entrada a su mente.
Como otros blogueros, Markoff eligió el sitio WordPress como su forma de comunicarse con el mundo. En su página se pueden encontrar escritos que datan desde 2018 y que abordan temas desde la evolución de la cadena de tiendas Sears hasta opiniones sobre las problemáticas políticas que vivió Estados Unidos en años recientes. El hombre también colaboró con algunos periodistas que le pedían su perspectiva sobre diversos temas, principalmente la vejez, como sucedió con el columnista del L.A. Times Steve Lopez. En 2022 se convirtió en el bloguero más longevo del mundo tras la muerte del sueco Dagny Carlsson (109 años). Desde 2023, poco antes de cumplir 110 años, era el hombre más viejo de Estados Unidos.
La vida de Morrie Markoff
Markoff nació en una época no muy distinta a la actual. Cuando tenía apenas cuatro años, la Fiebre Española causó devastación alrededor del mundo y le arrebató a su hermano mayor. Creció en el este de Harlem, en Nueva York, por lo que vio cómo la ciudad se convertía en epicentro de la emigración y como la urbe se poblaba de rascacielos después del boom de la década de los 30, además de los cambios que llegarían durante la segunda mitad del siglo XX, como la construcción de las Torres Gemelas.
La vida profesional de Markoff fue diversa. Formó parte de la industria acerera gran parte de su carrera, y entrenó como maquinista bajo la tutela de su padre. Sin embargo, durante la Gran Depresión tuvo distintos empleos antes de convertirse en reparador y vendedor de aspiradoras. En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, se dedicó a fabricar municiones, y después manejó una empresa de aire acondicionado.
La visión política de Markoff podría generar controversia actualmente, como lo haría en su tiempo. Perteneció al Partido Comunista de Estados Unidos y participó en diversas protestas. Sin embargo, después de una visita a la Unión Soviética en la década de los cincuenta se desilusionó con el impacto del socialismo en el país. En sus escritos posteriores se lee a un hombre de izquierda abierto a políticas liberales tanto en lo económico como en lo social, lo que daba pistas de su influencia socialista.
Markoff estuvo acompañado gran parte de su vida por su esposa Betty Goldmintz, a quien conoció a fines de los treinta durante una fiesta en el Bronx. La pareja se casó ese mismo año. Markoff tenía aproximadamente 24 años. Betty falleció en 2019 a los 103 años después de compartir ocho décadas con el escritor.
Aparte de su vida profesional, Markoff se adentró en la escultura, principalmente como pasatiempo. Representó personas y lugares que había conocido a lo largo de su vida. A sus 100 años sostuvo su primera presentación de arte con sus esculturas de metal, y tres años después publicó sus memorias tituladas Keep Breathing: Recollections from a 103-year-old, en las cuales ofrecía su perspectiva sobre la vida y envejecer. Cuando estaba cerca de cumplir suelcentenario, comentó que se sentía ágil mentalmente.
En sus publicaciones y en entrevistas con periodistas, resaltó el papel que tuvieron sus hijos Steve y Judith en su bienestar, y mencionó que lo visitaban regularmente y que lo cuidaban a pesar de los retos financieros que suelen vincularse con el cuidado de los ancianos.
Al reflexionar sobre su vida, Markoff mantuvo una actitud positiva y se esforzó por hacerla lo más agradable y productiva posible. Aceptó su realidad sin quejarse y siguió su filosofía de “seguir la corriente” con placeres sencillos y el apoyo de su familia. Su 108 cumpleaños fue un testimonio de su espíritu perdurable y del amor que le rodeaba. Morrie Markoff murió el 3 de junio de 2024 a los 110 años.