El plan de vacunación masiva avanza a medias en México
Las cortes de suministros de la farmacéutica Pfizer y la dimisión de la responsable del programa marcan los primeros pasos del operativo
Con menos vacunas y la dirección del programa descabezada. Así ha arrancado este lunes el plan de vacunación masiva en México, que tenía previsto la distribución de cerca de 440.000 dosis en todo el territorio. Miriam Veras Godoy, la responsable del programa, presentó su renuncia el domingo. Las autoridades sanitarias aseguraron que la dimisión de la funcionaria responde exclusivamente a motivos personales, aunque las directrices d...
Con menos vacunas y la dirección del programa descabezada. Así ha arrancado este lunes el plan de vacunación masiva en México, que tenía previsto la distribución de cerca de 440.000 dosis en todo el territorio. Miriam Veras Godoy, la responsable del programa, presentó su renuncia el domingo. Las autoridades sanitarias aseguraron que la dimisión de la funcionaria responde exclusivamente a motivos personales, aunque las directrices del operativo han estado rodeadas de polémica durante las últimas semanas. También el domingo se conocía que la farmacéutica Pfizer recortaba a la mitad los lotes previstos para este mes. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha justificado este lunes los recortes de su principal proveedor anunciado una decisión de la ONU que busca reservar vacunas para los países más pobres que no han podido acceder a las compras.
El plan inicial de México era terminar enero con un total 1,4 millones de dosis de Pfizer, un volumen suficiente para cubrir el primer grupo: las alrededor de 750.000 personas integran el personal sanitario entre médicos, enfermeros, camilleros, limpiadores y todo aquel que esté en primera línea contra la enfermedad. Con los recortes del laboratorio será difícil cumplir los cálculos iniciales. “Pfizer está replanteando sus entregas, se tenía contemplado que mañana llegarían 400.000 dosis, pero lo quiere limitar a la mitad. Esto lo están haciendo en todo el mundo porque la ONU quiere que se ofrezcan vacunas a países que tiene más dificultad. Por eso está reduciendo la entrega”, ha reconocido este lunes el propio López Obrador.
Además de la mención de la ONU, el presidente mexicano también ha hecho referencia a los ajustes en la producción de Pfizer. “Esto lo están haciendo a nivel mundial: reducir su abasto en cuanto preparan sus plantas y producir más”. La caída de los envíos de la farmacéutica estadounidense y su socio alemán BioNTech ya han provocado airadas críticas por parte de algunos países europeos. Suecia, Dinamarca, Finlandia, Lituania, Letonia y Estonia se quejaron la semana pasada formalmente a la Unión Europea de los retrasos y recortes en las remesas de vacunas, calificando la situación de “inaceptable y dañina para la credibilidad de todo el proceso de vacunación”.
La farmacéutica ha reconocido que su sistema de distribución se ha visto afectado por los cambios en sus plantas dirigidos a relanzar la producción. Prevén que los recortes continúen durante finales de enero y principios de febrero, para rebotar con “un fuerte aumento de las dosis disponibles durante finales de febrero y marzo”, de acuerdo a un comunicado del propio laboratorio. En lo que atañe específicamente a México, una vez que se reanude por completo la producción, el Gobierno recibirá semanalmente 700.000 vacunas, según informa la agencia Bloomberg.
En paralelo, México avanza las negociaciones con el resto de proveedores de la vacuna. López Obrador aseguró este lunes que el acuerdo con una farmacéutica rusa es inminente, a falta tan solo de que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) dé el visto bueno. Con la farmacéutica china CanSino ya se ha establecido un acuerdo para la recepción “a partir de enero y hasta marzo” de ocho millones de dosis y 9.000 voluntarios ya se la han aplicado, así como la de Janssen que la recibirán 2.000 voluntarios. De igual manera, también hay acuerdos ya firmados con AstraZeneca y la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La hoja de ruta es que a medida que concluye la inmunización el personal sanitario, el siguiente grupo en vacunarse, este mismo enero, sea el de las personas mayores de 65 años y después a la población de cualquier edad que presente enfermedades sinérgicas con la covid-19, como la hipertensión, obesidad o la diabetes, muy acusadas en México. El calendario y los parámetros de vacunación han estado, en todo caso, rodeados de polémicas. El presidente tuvo que salir a la palestra la semana pasada tras el malestar entre el personal sanitario de centros privados y su supuesta relegación a la hora de ser vacunados: “Aquí no se distingue a públicos y privados, ambos son colegas que tienen un riesgo aumentado de exponerse al virus”. Durante estas semanas, también ha sido polémica la vacunación a un buen número de políticos. En este caso fue el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien zanjó la controversia al confirmar que también están incluidos en el plan de vacunación, al igual que el personal médico y adultos mayores.
El motivo oficial de la salida de la responsable del programa no ha apuntado a ninguna de estas cuestiones. Aunque, más allá de los “motivos personales”, las explicaciones de Carlos Cortés Alcalá, director de Promoción de la Salud, durante la rueda de prensa posterior a su anuncio se centraron en la complejidad de la organización interna del plan para aplicar las vacunas contra la covid y en la descripción de la cadena de mando.