La industria restaurantera exige la reapertura de la economía en el Valle de México: “Ya no podemos más”
En pleno pico de contagios, más de 900 empresarios reclaman que la crisis ha provocado el cierre de 13.500 locales
“Abrir o morir”. Ese es el reclamo de más de 900 dueños de restaurantes a las autoridades del Estado de México y de la capital para que termine el semáforo rojo, que ha suspendido el grueso de las actividades económicas. La zona metropolitana endureció las medidas contra la pandemia el pasado 18 de diciembre en plena escalada de la epidemia y ante el riesgo de que los hospitales se saturaran. El sector advierte de que más de 13.500 local...
“Abrir o morir”. Ese es el reclamo de más de 900 dueños de restaurantes a las autoridades del Estado de México y de la capital para que termine el semáforo rojo, que ha suspendido el grueso de las actividades económicas. La zona metropolitana endureció las medidas contra la pandemia el pasado 18 de diciembre en plena escalada de la epidemia y ante el riesgo de que los hospitales se saturaran. El sector advierte de que más de 13.500 locales han cerrado y asegura que en todo el país están en riesgo más de 450.000 empleos. “Ya no podemos más”, se lee en un desplegado publicado este jueves en varios periódicos de circulación nacional. El Gobierno de Ciudad de México puso como plazo el próximo 10 de enero para decidir si continuarán o se relajarán las restricciones al comercio y ha previsto que el pico máximo de contagios llegue el mismo fin de semana, con más de 10.000 camas hospitalarias disponibles para quienes las necesiten.
Las fiestas decembrinas llegaron con el temor de que las celebraciones, las compras y las aglomeraciones provocaran un nuevo pico de contagios en enero. Ciudad de México, la zona más afectada por la pandemia y la más densamente poblada, ha superado en las últimas semanas el 80% de ocupación en los hospitales, con cifras récord de personas ingresadas y de llamadas a los teléfonos de emergencia. La capital acumula más de 348.000 casos confirmados y registra 22.623 defunciones, según los últimos datos oficiales disponibles. Y este miércoles, el país sumó por primera vez más de 13.000 contagios desde el inicio de la pandemia. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, no ha descartado que cambie el llamado semáforo rojo, pero ha enfatizado que solo se hará si existen las condiciones sanitarias. El llamado de las autoridades es a la prudencia y a que los ciudadanos sigan respetando las medidas.
Las últimas restricciones enfrentaron resistencias, sobre todo por las pérdidas económicas en una temporada fuerte de ventas. En el centro de la capital, varios comerciantes del sector informal han continuado sus labores, después de que las medidas tomadas en el primer semestre del año pasado dejaran a 12 millones de personas desempleadas y la economía cayera un 17,3% en el segundo trimestre en comparación con los primeros meses de 2020. El PIB se recuperó un 12% en el siguiente periodo y las autoridades dijeron que esperaban una recuperación gradual tras la caída y anunciaron un programa de créditos a la palabra para pequeños y medianos empresarios. Los críticos del Gobierno han reclamado que la estrategia de mitigación no ha sido suficiente para paliar el impacto económico y para que la población se quede en casa. Al margen del debate político, el hartazgo ha llevado a que buena parte de los habitantes no se confinen.
Pese a que el sector es considerado esencial, los restaurantes han tenido que limitarse a ofrecer servicio a domicilio y cuando se reanudaron las actividades económicas en el verano pasado solo pudieron abrir al 30% de su capacidad, lo que dificultó que muchos locales pudieran absorber los costos. “Se está condenando a miles de personas al desempleo”, reclama la industria, que se queja también de la falta de vigilancia al sector informal y de las afectaciones a las cadenas productivas. Los restauranteros señalan que su patrimonio está en riesgo y que las condiciones impuestas no son sostenibles en el horizonte de que la pandemia se prolongue por más tiempo. “Se trata de proteger la economía y la salud de forma equilibrada”, aseguran.
En el fondo, la gestión de la pandemia en México ha vuelto a topar con el mismo dilema: proteger la salud pública o lidiar con la crisis económica. “Acerca del semáforo eso corresponde al Gobierno de la ciudad y de acuerdo a la intensidad de la pandemia, los afectados, el nivel de contagio y, desde luego, los fallecimientos”, ha señalado el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia matutina y ha insistido en que la reapertura económica se basa en criterios técnicos. Más de 20 millones de habitantes de la zona metropolitana esperan la decisión sobre qué color tomará el semáforo en los próximos días.